Todo el tiempo nos preocupamos por el que dirán. Vivimos pendientes de qué piensan los demás de nosotros. Pensamos si nos quieren, si nos aprecian, si piensan bien de nosotros y si creemos que eso es así estamos contentos. Pero si pensamos que no nos quieren, que no nos aprecian, que no piensan bien de nosotros, estamos mal y hasta parece que la vida no merece vivirse.
Esta es la razón por la que tantas personas pasan de un estado de alegría y euforia a un estado depresivo. Su estado de ánimo depende de dos cosas muy volubles: su pensamiento y el pensamiento de los demás.
No siempre que pensamos que los demás piensan bien de nosotros es cierto. Ni tampoco lo contrario. A veces pensamos que los demás están sintiendo o pensando mal de nosotros y no es verdad tampoco.
Cuanto más nos preocupamos de que nos vean bien los demás, menos nos preocupamos de serlo realmente. Cuanto más nos preocupamos de "caer bien" a los demás peor nos caemos a nosotros mismos. Porque interiormente no nos podemos engañar y nos damos cuenta de que con el afán de "caer bien" dejamos de ser sinceros. Y ese malestar interior tarde o temprano saldrá hacia fuera y a la larga caeremos también mal a los demás.
Muchas personas disfrazan la preocupación de caer bien a los demás con esta pregunta: "Tú ¿cómo me ves?" o "Dime como soy". No es que en realidad tengan mucho interés en saber cómo son. Eso lo sabrían si analizasen con calma. Lo que en realidad quieren saber es cómo los ve esa persona, que piensa esa persona de ellos.
Queremos que los demás nos tengan por buenos, generosos, inteligentes, simpáticos y dedicamos nuestros mayores esfuerzos en conseguir que piensen así, en lugar de esforzarnos en ser realmente buenos, simpáticos, despreocupándonos si lo piensan o no. Nos preocupamos de aparecer y dar testimonio de algo a los demás en lugar de ser realmente eso que queremos que los demás vean.
Trata de no preocuparte por lo que lo demás piensan de ti. Preocúpate de qué eres. Eso es lo realmente importante. Lo que piensan los demás es eso: su pensamiento.
Lo que tú eres, es tu realidad.
Saludos Carolina, me alegra verte de nuevo...
ResponderEliminarTienes toda la razón en tu enunciado. Cuando se tiene poca estima de si mismo, lo innecesario se hace necesario... para ciertas personas.
Un abrazo grande y que estés bien a pesar de la situación actual.
Hola Ceciely! A mi también me da mucho gusto leer tu saludo. Gracias a Dios estamos todos bien por casa. Espero que tú también te encuentres muy bien y que esto pase muy pronto. Te dejo un gran abrazo con el cariño de siempre.
Eliminar