Ser amable es tener una gran cualidad. Pero hay momentos en los que puedes ser exageradamente bueno y esa actitud resulta no ser beneficiosa para ti. La persona exageradamente amable termina haciendo cosas que no quiere para ser aceptada y querida. Para complacer a otro sacrifica su independencia por un falso sentido de seguridad y pertenencia. A continuación, tres características de las personas que son amables en extremo: Dices que sí cuando quieres decir no. Cuando te comprometes a hacer algo que no quieres hacer disminuye el control que tienes sobre tu vida. No te atreves a negarte por miedo a que la otra persona se disguste. El resentimiento se acumula. Te sientes mal contigo mismo por no poder negarte a hacer algo que realmente no deseas hacer. ¡Ojo! Tienes derecho a vivir tu vida como quieras y haciendo las cosas que tú deseas. Cuida de ti mismo, no permitas que las tareas y responsabilidades te abrumen. Complacer a todo el mundo no es tu trabajo. Se honesto
Te invito a que comiences a recorrer un maravilloso camino hacia el encuentro contigo misma. Un viaje de autoconocimiento que te llevará a romper los límites que te has auto-impuesto, a seguir creciendo como persona y a vivir en plenitud. Iniciemos juntas y con mucho amor este hermoso viaje sacando el máximo provecho a tu aquí y ahora.