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Mostrando las entradas etiquetadas como niño interior

¿Qué son las heridas de la infancia?

¿Qué son las heridas de la infancia? Son experiencias traumáticas o dolorosas que ocurren durante nuestros primeros años de vida y que tienen un impacto significativo en nuestro desarrollo emocional y psicológico. Cuando nuestros aprendizajes en la infancia son experiencias dolorosas, se va conformando una parte de nuestra personalidad con creencias negativas hacia nosotros mismos que van a influenciar en nuestro día a día cuando seamos adultos y en muchas ocasiones van a ser la causa de no poder avanzar en la vida de una forma sana y adecuada. Es importante recordar que TODOS tenemos estas heridas. No tenemos que haber tenido una infancia sumamente dolorosa para que estén. Sanar las heridas de la infancia nos ayudará a dejar a un lado esos rasgos de la personalidad que no nos permiten tener relaciones sanas, hará que podamos vivir plenamente y dejar atrás todas esas experiencias que tanto daño nos hicieron en el pasado. Hagamos conciencia de nuestras propias heridas de infancia para N

Mi hijo, su nueva amiga y yo

¡Muy buenos días! Quiero comenzar esta semana compartiendo con ustedes una historia muy especial que ocurrió hace algún tiempo y que invita a reflexionar sobre lo importante que es no olvidarnos nunca de ese niño interior que todos llevamos dentro, al cual debemos cuidar, proteger y amar siempre. Intentar vivir el mundo de los adultos con la esencia de la infancia. Rescatar la inocencia y la pureza de nuestro niño interior para lograr ser felices en cada momento...  "Habíamos terminado de comer, y mi hijo Gabriel con sus tres añitos, seguía sentado en la silla, pensativo con su cabecita apoyada en su mano hasta que me preguntó: “Mami, quieres jugar en el jardín? -“Ahora no hijo”- Le respondí, acordándome de los platos y de la ropa sucia que me quedaba por lavar. Pero vi como su carita se entristeció al oír mi respuesta, y de repente, todos los quehaceres domésticos me parecieron menos importantes que ir a jugar con él al jardín. “No ahora hijo, primero tenemos que abrigarnos