Los niños tienen una capacidad sin límites para aprender. Están deseosos de conocer todo lo que les rodea, están llenos de preguntas, son como esponjas que van absorbiendo conocimiento. Los adultos tenemos que tratar de recuperar nuestros deseos de aprender algo nuevo ¡de aprender a hacer lo que nos gusta! Los niños no tienen miedo a equivocarse. Cuando somos adultos tenemos menos tolerancia a que corrijan nuestros errores y esto nos frena a actuar o a decir lo que en realidad pensamos y sentimos. Los niños disfrutan lo que hacen. Si los adultos fuéramos capaces de poner el mismo sentimiento que ponen ellos a nuestras acciones, los resultados mejorarían notablemente. Los niños no tienen frenos. Los adultos estamos todo el tiempo cuestionándonos antes de hacer algo, o definitivamente no lo hacemos, solemos decir “no podré hacer esto” o ”no voy a ser capaz de conseguirlo” y así nos vamos quedando estancados. Los niños tienen la capacidad de jugar. Al parecer en la medid
Te invito a que comiences a recorrer un maravilloso camino hacia el encuentro contigo misma. Un viaje de autoconocimiento que te llevará a romper los límites que te has auto-impuesto, a seguir creciendo como persona y a vivir en plenitud. Iniciemos juntas y con mucho amor este hermoso viaje sacando el máximo provecho a tu aquí y ahora.