"Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: - ¿No escuchaste lo que te decíamos?
La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir del hoyo."
Esta historia nos entrega una importante lección. El poder de la palabra es inmenso. Una palabra de aliento hacia una persona desanimada la puede alentar y mejorar su ánimo para alegrar su día. En cambio, una palabra destructiva que se dice a una persona que se siente desganada puede hacer que termine destruida. Tenemos que tener cuidado con lo que decimos. Con nuestras palabras podemos encender un alma triste o apagarla para siempre. También es importante tener cuidado con lo que escuchamos. Quedémonos con aquellas palabras que son positivas, que nos motivan, que nos regalan cariño, y dejemos de lado lo que no es bueno. No olvidemos el poder que tienen nuestras palabras. Hablemos de lo positivo, de la vida, de amor, de esperanza, a todos los que se cruzan en nuestro camino.
Hola Carolina!!! entiendo muy bien lo que dices porque soy una persona que necesito que me digan lo buena que soy para creermelo y que me animen para no desinflarme, asi soy yo amiga un caso sin arreglo, jeje
ResponderEliminarUn besote y gracias de nuevo por esta ayudita que me biene tan bien.
Hola Yolanda!! jaja cómo que "caso sin arreglo"!! No digas eso amiga, la verdad es que es más común de lo que piensas lo que a ti te sucede. Puede que en ciertas áreas de tu vida necesites que te reafirmen más que en otras, y puede que en otras áreas no sea necesario. Siempre hay aspectos de nuestra personalidad que necesitan de un mayor trabajo por nuestra parte y el primer paso es identificar en qué ámbitos te resulta más complicado desenvolverte por ti misma, sin la necesidad de un otro que te esté reafirmando. Todo tiene "arreglo" cuando de derribar nuestros límites y seguir creciendo como persona se trata!! Vamos a ver qué podemos hacer por estos lados ¿te parece? jeje Recibe un gran abrazo y mis buenos deseos para esta semana que recién comienza.
Eliminarhola carolina,una gran moraleja la que nos dejan estas ranitas y es asi como dices,las palabras tienen mucho poder,tanto que una palabra puede heriri el corazon de otro para siempre,mientras que con una palabra de aliento,de cariño y solidaridad podemos a yudar a muchos.
ResponderEliminarsiempre me gusta pasar a visitarte amiga,siempre me levo cosas pisitivas.
un fuerte abrazo y muy feliz fin de semana!!!!
Hola Sony!! Me alegra que te haya gustado este cuento y su importante moraleja amiga. Por mi parte, te dejo mi saludo con palabras llenas de afecto y amistad sincera, que tengas una linda semana!!
EliminarHola Carolina, que verdad hay en tu entrada. La fuerza de nuestras palabras transforma nuestra realidad, nuestro entorno. Gracias por compartir la moraleja. Saludos desde Perú.
ResponderEliminar