La crítica constructiva

“Amar es estar contento de que el otro exista, de que esté ahí. Sin juzgarlo, sin criticarlo, sin desear cambiarlo. Si criticas, no amas.” Alejandro Jodorowsky

Al parecer es más fácil reprochar a alguien y criticarlo que motivarlo dándole palabras de ánimo. Lamentablemente muchas veces no somos conscientes de lo devastador que puede ser para la otra persona recibir una crítica. Por esta razón es importante que ¡pensemos lo que vamos a decir antes de abrir la boca! porque si lanzamos una frase como dardo y herimos con nuestras palabras, no hay vuelta atrás. Con una crítica sólo tendremos consecuencias negativas. Al criticar adoptamos una actitud negativa y la persona criticada adopta una actitud a la defensiva porque se siente agredida. 

¡Ojo! En vez de criticar podemos buscar un comentario positivo que tenga el mismo significado y así evitaremos hacer daño a quien la recibe. No importa si tu crítica es absolutamente justificada. Si planteas tu punto de vista en forma negativa los efectos serán negativos, de lo contrario, si en vez de criticar haces un comentario positivo, que sume en vez de restar, los resultados serán positivos y efectivos. 

No hagas una crítica en mitad de la acción. Espera el momento justo para abordar a la otra persona y darle tu opinión. Es aconsejable partir la conversación preguntándole las razones de su comportamiento y si se muestra receptivo se le pueden plantear posibles soluciones enfocadas siempre hacia su propio beneficio. Por supuesto se deben evitar las palabras descalificadoras e hirientes.