Hay situaciones en las que es muy difícil dejar ir y sentimos un gran dolor emocional, porque no estamos preparados para ello. Cuando perdemos a un ser querido, cuando terminamos una relación, cuando cambiamos de residencia o de trabajo, o cambiamos algún hábito, hay un desprendimiento, una renuncia que tenemos que enfrentar, y de la mejor manera posible, porque de lo contrario, si este "dejar ir" no es bien gestionado podría originar una depresión.
Dejar ir es una oportunidad de seguir creciendo como persona, porque estás renunciando a lo que perjudica tu bienestar, estás dejando partir a quien le hace daño a tu salud y equilibrio emocional, estás dejando atrás hábitos nocivos, actitudes y pensamientos limitantes que estancan tu desarrollo.
En este proceso intenso y complejo de soltar aumenta la necesidad de ser escuchado y apoyado. El desahogo emocional y el ir asumiendo la realidad de la situación pueden ayudarte en esos instantes que implican un duro adiós.
Si estás atravesando por una situación en la que te resulta muy complejo dejar ir, te invito a que conversemos. Estoy aquí para acompañarte y guiarte en tu proceso. ¡Un abrazo afectuoso! 🤗
“Dejar ir” es un acto de valentía que te permitirá seguir adelante y volver a sonreír.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu presencia.