Me dejo llevar por el viento y confío en que lo Divino me llevará siempre al lugar adecuado.
Tomo mis propias decisiones y sigo mi camino con la ilusión de poder hacer mis sueños realidad.
Vivo en el presente, con los pies bien puestos en la tierra, sintiendo la alegría por despertar cada mañana y por llenar de aire mis pulmones, sonriendo a cada momento y compartiendo con las personas que amo.
No me detengo en situaciones del pasado que me han causado dolor, porque no estoy dispuesta a sacrificar mi "aquí y ahora" buscando aquellas respuestas que jamás encontraré.
Si hubo algo que me hizo daño lo dejo atrás y pienso que, nada de eso que parecía tan terrible en ese momento, me quitó los deseos de seguir viviendo y pudo contra mi fortaleza.
Avanzo sin mirar atrás y vivo en el segundo en que respiro. Vivo en el océano de la vida a pleno, sintiendo que nado en las respuestas a todo lo que busco a cada instante.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu presencia.