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Mostrando entradas de julio, 2013

¡Persevera!

No llores por haber perdido el sol, porque tus lágrimas no te permitirán ver las estrellas. No llores por  lo que ya pasó, porque no podrás disfrutar de lo que está pasando Aquí y Ahora. Si vives lamentándote, nunca podrás sonreír y tu tiempo se esfumará sin que te des cuenta, entre quejas que no te llevarán a ninguna parte. Tus deseos de vivir la vida deben ser más grandes que tus miedos y tus dudas. Si hoy tu corazón no tiene la respuesta que necesitas, espera con paciencia hasta mañana. No te desesperes. Confía en Dios. Respira profundamente. No te rindas por ningún motivo. No bajes los brazos ni te dejes llevar por la corriente. Sigue de pie aunque estés herido. Intenta sobreponerte al fracaso o a la enfermedad. Es duro hacerlo, pero vale la pena el esfuerzo. Tienes el potencial para lograrlo. Cree en ti y serás capaz de vencer a la adversidad. 

Controla tus nervios ¡No dejes que ellos te controlen a ti!

Es muy común el ponerse muy nervioso frente a situaciones que en realidad no valen la pena. Esto se debe a que actualmente vivimos en un una sociedad ansiosa, en donde el estrés está a la orden del día. Solemos magnificar las situaciones y darles una importancia que no les corresponde.  El ciertas situaciones en que nos ponemos extremadamente nerviosos, son estos nervios innecesarios lo que pueden traicionarnos y jugarnos una mala pasada. Por ejemplo, un estudiante universitario ante una evaluación debería controlar sus nervios, porque la ansiedad que ellos le producen podría hacer que quede con la mente en blanco. Si él previamente ha estudiado y repasado más de una vez los contenidos, debería sentirse seguro ante la prueba y confiado en lo que sabe. ¿Que gana al ponerse nervioso?  Es importante identificar aquellas situaciones en que los nervios pueden justificarse. En estas situaciones lo primero que hay que hacer es mantener la calma, respirar profundamente, y luego de enf

No es más fácil la vida fácil

He conocido, y me imagino que ustedes también, a personas que siempre optan por la parte menos complicada de la vida. Personas que por lo general prefieren el camino más fácil, el que les signifique correr menos riesgos.  Personas que quieren conseguir una meta, pero no quieren usar los medios necesarios para alcanzarla. Quieren tener un título profesional, pero no se esfuerzan por estudiar o quieren tener buenas amistades, pero no son capaces de hacerle un favor a un amigo.  Este tipo de personas no sabe distinguir entre lo que es el querer algo, con todo lo que ello implica, con todas sus consecuencias, y lo que es una ilusión, algo que probablemente, por culpa de su forma de ser, jamás podrá ser realidad. Lamentablemente ellos no saben que para conseguir algo en la vida es necesario esforzarse. No saben que es necesario salir de la comodidad para poder alcanzar los sueños.    Definitivamente el camino fácil es el que finalmente da más trabajo. Al principio puede parecer

Aprende a perdonar

En reiteradas ocasiones he escuchado a muchas personas decir: "perdono, pero no olvido". ¿Crees que hay un verdadero perdón si mantenemos vivo el recuerdo del daño que nos hicieron?. A mí me parece que el "no olvido" significa que seguimos con la espada en alto. Seguimos alimentando nuestro corazón de rencor y ese rencor no nos permitirá vivir en paz. Por una parte, intentamos alejarnos de quien nos hizo daño, pero sin embargo su recuerdo en cualquier momento vuelve a aparecer acompañado de sentimientos de rabia e impotencia que no nos permiten liberarnos del dolor.  Muchas veces nos han perdonado, en ocasiones por cosas pequeñas, otras no tanto. ¿Y nosotros, hemos sido capaces de perdonar realmente? O tenemos tan buena memoria y somos de personalidad tan fuerte que no olvidamos las ofensas que nos han hecho. En este último caso podemos aplicar la conocida ley del embudo : "Que todos sean buenos y perdonen mis errores, pero yo no olvido lo que a mí me hic