No llores por haber perdido el sol, porque tus lágrimas no te permitirán ver las estrellas. No llores por lo que ya pasó, porque no podrás disfrutar de lo que está pasando Aquí y Ahora. Si vives lamentándote, nunca podrás sonreír y tu tiempo se esfumará sin que te des cuenta, entre quejas que no te llevarán a ninguna parte. Tus deseos de vivir la vida deben ser más grandes que tus miedos y tus dudas. Si hoy tu corazón no tiene la respuesta que necesitas, espera con paciencia hasta mañana. No te desesperes. Confía en Dios. Respira profundamente. No te rindas por ningún motivo. No bajes los brazos ni te dejes llevar por la corriente. Sigue de pie aunque estés herido. Intenta sobreponerte al fracaso o a la enfermedad. Es duro hacerlo, pero vale la pena el esfuerzo. Tienes el potencial para lograrlo. Cree en ti y serás capaz de vencer a la adversidad.
Te invito a que comiences a recorrer un maravilloso camino hacia el encuentro contigo misma. Un viaje de autoconocimiento que te llevará a romper los límites que te has auto-impuesto, a seguir creciendo como persona y a vivir en plenitud. Iniciemos juntas y con mucho amor este hermoso viaje sacando el máximo provecho a tu aquí y ahora.