Si realmente comprendes la diferencia entre lo que está y lo que no está bajo tu control, y actúas acorde, ahí encontrarás la fortaleza mental necesaria para ser inmune a los vaivenes de la vida.
Gastar energía en aquello que no puedes controlar, no es práctico y no te lleva a ninguna parte. Por eso es tan importante que nos enfoquemos en lo que sí podemos controlar y cambiar.
Céntrate en lo que sí puedes controlar, dando un paso cada día y no te auto castigues cuando los resultados no sean los que esperabas.
Céntrate en lo que sí puedes controlar y haz lo que puedas con lo que tengas. Y si por hoy no puedes hacer más de lo que haz hecho no te regañes por eso y comprométete a continuar otro día.
"Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia."
Es reflexivo tu texto, para tenerlo muy en cuenta. Siempre traté de tener el control sobre todo...pero hubo un momento en el que entendí que no es posible abarcar tanto, y relajarse un poco. Beso
ResponderEliminarHola Hanna! Me da mucho gusto leer tu comentario. Gracias por estar!
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