Numerosos estudios han demostrado que el cerebro tiene una gran influencia sobre la salud en general y el estrés en particular. Se ha analizado y estudiado especialmente la compleja relación entre la mente y el sistema inmunitario. Lo que sucede en el cuerpo tiene repercusiones en la mente. Así como también, lo que sucede en la mente, impacta instantánea y directamente en los diversos sistemas y funciones. Los pensamientos generan emociones y la forma en que pensamos determina lo que sentimos.
El estrés, la angustia, la ira, la depresión, las situaciones de duelo o catástrofes, los conflictos constantes, entre otros, generan inflamación. Esto sucede porque cuando nos angustiamos o estresamos el cuerpo reacciona tal como lo hace ante cualquier patógeno: activando las defensas del organismo, es decir el sistema inmunológico.
Como consecuencia de esto pueden aparecer diversas enfermedades, que pueden ser autoinmunes, cognitivo-emocionales, neurodegenerativas, obesidad, problemas cardíacos, en fin, innumerables desbalances en los diversos sistemas de nuestro cuerpo. La demanda por la prolongada activación del sistema inmune, sobrepasa el equilibrio y nos enfermamos.
Reconocer y gestionar las emociones es importante para la salud mental, emocional y física. Esto nos permite tener conciencia de lo que estamos sintiendo y regular nuestra disposición a los sentimientos que pueden afectarnos; también nos ayuda a tener un mejor autocontrol, a tomar mejores decisiones y a relacionarnos con los demás de manera más sana.
Lo podemos hacer mediante diversas las actividades como la relajación, la meditación, el aprendizaje de estrategias de afrontamiento, la terapia psicológica y los procesos de desarrollo y crecimiento personal.
Recuerda que las emociones son información valiosa, que si las decodificamos en forma correcta, contribuyen a nuestro bienestar, favoreciendo el autoconocimiento, el buen afrontamiento y el aprendizaje.
Para mantener un buen estado de ánimo y fortalecer tu sistema inmunitario, también es necesario dormir lo suficiente, realizar actividad física, alimentarse de manera saludable y realizar actividades que te hagan sentir alegre.
Si sientes que no puedes hacerlo sola no dudes en buscar ayuda de un profesional de la salud mental quien te dará las herramientas necesarias para aprender a gestionar tus emociones y así cuidar y fortalecer tu sistema inmunológico.
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