Se cosecha lo que se siembra y se recibe lo que se da. Por esto: “No hagas lo que no quieres que te hagan a ti. Procura dar lo que deseas recibir. Tengamos siempre en cuenta que si obramos mal ésto se nos revertirá tarde o temprano. ¡Nuestro destino, depende de nuestras obras! Te invito a que siempre hagas el bien para que recibas lo bueno. Quizás no verás el resultado de estas buenas acciones a corto plazo pero con el paso del tiempo sin duda lo notarás.
Me atrevo a decir que todos en algún momento de nuestra infancia fuimos víctima de algún tipo de maltrato. Quizás recibiste mensajes descalificadores o hubo alguna forma de abuso emocional o físico. Quizás existieron circunstancias en donde te sentiste avergonzad@ o humillad@. O tal vez no tuviste buenas relaciones de pareja o viviste alguna situación que te causó mucho miedo o que afectó tu autoestima. Sean cuales sean las experiencias negativas que viviste, lo cierto es que ya no están, excepto en tus recuerdos. Y es la interpretación que haces de esos recuerdos lo que determina tu presente e influye en la obtención de lo que quieres para tu vida y en cómo proyectas tu futuro. Todas las experiencias vividas en la infancia, los conflictos, frustraciones, represiones y traumas, se convierten en una pesada carga que impide disfrutar libremente el presente. El recuerdo de esas experiencias negativas nos hace desarrollar corazas para evitar ser dañados, y el hecho de estar c
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu presencia.