Como un ventarrón que destruye nuestra guarida y que nos obliga a elevar el vuelo o a dejarnos abatir. Los problemas forman parte inevitable de la vida y está en nuestras manos el poder decidir si los enfrentaremos siendo como el ave Fénix o como el avestruz. Pues todo depende de cómo percibamos las dificultades que se nos presentan. Es algo negativo que nos aterra y nos paraliza, o es una oportunidad para hacer un cambio radical y valioso. Independiente de lo que nos haya tocado vivir, los errores que hayamos cometido o las oportunidades que no supimos aprovechar, no es tarde para ponernos de pie y decir ¡basta! Siempre podemos salir adelante sacudiéndonos el lodo y volando muy lejos del pantano.
Me atrevo a decir que todos en algún momento de nuestra infancia fuimos víctima de algún tipo de maltrato. Quizás recibiste mensajes descalificadores o hubo alguna forma de abuso emocional o físico. Quizás existieron circunstancias en donde te sentiste avergonzad@ o humillad@. O tal vez no tuviste buenas relaciones de pareja o viviste alguna situación que te causó mucho miedo o que afectó tu autoestima. Sean cuales sean las experiencias negativas que viviste, lo cierto es que ya no están, excepto en tus recuerdos. Y es la interpretación que haces de esos recuerdos lo que determina tu presente e influye en la obtención de lo que quieres para tu vida y en cómo proyectas tu futuro. Todas las experiencias vividas en la infancia, los conflictos, frustraciones, represiones y traumas, se convierten en una pesada carga que impide disfrutar libremente el presente. El recuerdo de esas experiencias negativas nos hace desarrollar corazas para evitar ser dañados, y el hecho de estar c
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu presencia.