Comienza el día queriéndote, aceptando sin cuestionamientos la belleza que escondes y también la que muestras. Comienza por aceptar tus fortalezas y tus debilidades para reconocer tu propio valor. Tu cuerpo, junto con tus emociones y pensamientos, es la parte más importante de ti, porque en conjunto forman el “todo” que te diferencia del resto. Acepta tus formas, tus irregularidades, tus relieves y tus tamaños. Siente la fuerza con la que tu corazón late cuando caminas o corres. Siente esa sensación de libertad cuando estás en movimiento. Cultiva cada detalle de tu ser. Cuídate, ámate y valórate para que nadie pueda marchitarte. Toma conciencia del hermoso ser que eres y empápate de amor propio cada día. Esa eres toda tú, y vales mucho, así tal cual eres.
Me atrevo a decir que todos en algún momento de nuestra infancia fuimos víctima de algún tipo de maltrato. Quizás recibiste mensajes descalificadores o hubo alguna forma de abuso emocional o físico. Quizás existieron circunstancias en donde te sentiste avergonzad@ o humillad@. O tal vez no tuviste buenas relaciones de pareja o viviste alguna situación que te causó mucho miedo o que afectó tu autoestima. Sean cuales sean las experiencias negativas que viviste, lo cierto es que ya no están, excepto en tus recuerdos. Y es la interpretación que haces de esos recuerdos lo que determina tu presente e influye en la obtención de lo que quieres para tu vida y en cómo proyectas tu futuro. Todas las experiencias vividas en la infancia, los conflictos, frustraciones, represiones y traumas, se convierten en una pesada carga que impide disfrutar libremente el presente. El recuerdo de esas experiencias negativas nos hace desarrollar corazas para evitar ser dañados, y el hecho de estar c
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu presencia.