Junto con saludarles y agradecerles una vez más su participación en este espacio, les invito a conocer estos simples pero efectivos pasos que nos ayudarán a hacer realidad nuestros sueños. Algo más en concreto que nos permita hacer que un sueño se convierta en una meta posible de alcanzar. Comencemos con el primer paso.
Definir qué es lo que quiero: Lo primero que debo hacer es decidir qué es lo que quiero, identificar y definir la meta que quiero alcanzar y expresarla en detalles concretos. Generalmente los sueños tienden a ser ambiguos, por ejemplo el decir "Quiero recorrer el mundo". En este caso si quiero hacer realidad este sueño tengo que expresarlo describiendo qué comportamientos definen "recorrer el mundo". Podríamos definirlo así: "Voy a visitar por lo menos un nuevo país cada año, durante los próximos 5 años".
Definir una meta desde los pasos que nos llevarán a lograrla, y la actitud que necesitamos asumir para hacerla realidad, aumentan la probabilidad de tener éxito.
Definir mis metas en términos que puedan ser mensurables: Tengo que expresar mis metas en términos de resultados que puedan ser medidos, observables y cuantificables. Para elevar un sueño al nivel de una meta tangible, necesito poder determinar mi nivel de progreso. Necesito saber cuánto de la meta he conseguido, tener una forma de saber si en realidad he llegado exitosamente donde quería estar. Mi sueño podría ser "vivir una vida maravillosa", pero para convertirlo en una meta tengo que definir específicamente que es para mí una "vida maravillosa" (tal como lo mencioné en el punto anterior) y además en términos que sean mensurables. Definir nuestra meta en esos términos nos permitirá determinar cuánto de "maravilloso" hay en nuestras vidas. Podemos ayudarnos con preguntas como: Para que mi vida sea maravillosa ¿En qué lugar tendría que vivir?, ¿Con quién?, ¿Cuánto tiempo dedicaría a hacer lo que me gusta?, etc.
Expresa tus metas en términos de resultados medibles que te permitan conocer si te estás acercando a ellas, cuánto te falta por andar, y si has conseguido tu meta o necesitas cambiar el rumbo para hacerlo.
Establecer fecha: Una meta siempre requiere de una planificación particular para lograrla. Mi sueño podría ser "Quiero ser rico algún día", y ese sueño traducido en una meta sería "Dentro de 5 años estaré ganando X anual (substituya X por la cantidad de dinero que desea), y para cuando tenga 40 años habré alcanzado la independencia financiera". Al definir parámetros y colocarle fecha, esa meta se convierte en un proyecto. La fecha tope se convierte en un estímulo que sirve para motivarnos a encontrar los medios para lograr nuestro objetivo.
Lograrás tu meta en la medida en que te comprometas a realizarla en un determinado espacio de tiempo. Una vez que tengas claro lo que quieres, ponle fecha, eso te acercará cada día más a tu meta.
Las metas deben ser realistas: Elije metas que estén a tu alcance, eventos sobre los cuales puedas influir. Un sueño podría ser "quiero pasar un divertido y soleado verano". Puesto que no puedes influir sobre el clima, y por lo tanto no puedes evitar la lluvia, puedes traducir ese deseo en una meta más realista "voy a poner todo de mi parte para disfrutar a pesar del mal tiempo". Aunque no puedas controlar el clima, si puedes emplear tus habilidades para crear un ambiente adecuado que te permita lograr tu propósito de divertirte, y es apropiado hacer esas circunstancias parte de tu meta, pues sí puedes influir sobre ellas.
Al identificar tu meta, concéntrate en lo que puedes crear, y asume con inteligencia lo que escapa a tu influencia.
Debes planificar una estrategia: Planifica una estrategia que te facilite alcanzar tu meta. Delinear un plan que te guíe de un paso a otro puede ser determinante para los resultados. Debes considerar los obstáculos que se pudieran presentar y los recursos con los que cuentas para hacerles frente. La ventaja de tener una estrategia bien planificada y programada es que te permite mantenerte enfocada, comprometida y avanzando hacia tu meta, aún durante aquellos periodos en los cuales puedes no sentirte tan motivada. Al planificar recuerda identificar cuánto tiempo al día necesitas dedicar a esa meta. Planifica el periodo específico del día durante el cual te dedicarás a lograr los objetivos y en que lugar lo llevarás a cabo.
Elabora un plan, ejecuta ese plan, y lograrás tus metas. Apóyate en tu estrategia, planificación y programación; y modifica tu ambiente de manera que te apoye en tu propósito. Reprograma cualquier cosa que compita con tus objetivos.
Elabora un plan, ejecuta ese plan, y lograrás tus metas. Apóyate en tu estrategia, planificación y programación; y modifica tu ambiente de manera que te apoye en tu propósito. Reprograma cualquier cosa que compita con tus objetivos.
Define tus metas en base a pasos: Las metas son más fácilmente alcanzables cuando se dividen cuidadosamente en una serie de pasos, que gradualmente nos conducirán a los resultados deseados. Como un sueño podríamos plantearnos bajar 10 kilos de peso antes de Navidad, pero como una meta más realista podríamos proponernos "hacer todo lo que esté de nuestra parte para bajar un kilo de peso por semana". Los cambios significativos en nuestra vida generalmente son logrados paso a paso. Algunas veces cuando nos planteamos el sueño en su totalidad pudiera parecer inalcanzable. Pero si lo dividimos en pequeños pasos, parece perfectamente manejable.
El progreso sostenido a través de pasos intermedios bien escogidos y realistas, producen los resultados deseados al final. Planifica esos pasos antes de comenzar.
Establece una manera de contabilizar tu progreso hacia la meta elegida: A diferencia de los sueños que pueden ser entretenidos a voluntad, las metas están estructuradas de tal manera que tenemos cierta medida de contabilizar cada uno de los pasos que nos conducirán hacia nuestra meta. Al igual que durante nuestros estudios se nos evaluaba periódicamente para medir nuestro rendimiento progresivamente, y la suma de estas calificaciones representaba nuestra calificación definitiva; de igual manera podemos auto evaluarnos semanalmente. Esto nos permitirá identificar un rendimiento deficiente con tiempo suficiente para corregirlo, y mantener así las probabilidades de éxito a nuestro favor para lograr nuestro propósito. Lo anterior se facilita cuando nos reconocemos como responsables por el resultado de nuestras acciones.
Establece una manera significativa de contabilizar tus acciones o falta de acción. Puede que unos días te sientas motivada a dedicarte a lograr tus metas, mientras que otros días tal vez no sea así. Pero cuando sabes precisamente lo que quieres, para cuando lo quieres, las estrategias están debidamente establecidas, y reconoces las consecuencias de no alcanzar los pasos planteados en los tiempos establecidos, tus probabilidades de éxito se multiplican.
Y RECUERDA: En la medida que pongas en práctica estos pasos, se te simplificará cada vez más realizar tus sueños. Mientras transitas el camino que te llevará al logro de tus metas, mantén presente que cada recurso que necesites se encuentra dentro de ti, o puede ser creado por ti.
*Esta publicación está basada en el artículo "Realizando los Sueños" de la revista electrónica "Mercurio" de Helios Centro Holista.
Hola Carolina!!! menudo post nos traes!!!!! Yo me lo apunto todo y no dudes que lo llevare a la practica.
ResponderEliminarUn beso!!!
Hola amiga!! Que bueno te haya gustado. Gracias por tus palabras. Y a llevarlo a la práctica entonces!!
EliminarBesos!!